Por la mañana ella no se reconoce. No reconoce el cuarto. No reconoce el
nochero. No reconoce el espejo.
Se levanta con el pie que sea y tantea el mundo, despacito, como si cada
sensación fuera una sorpresa única y original.
En su cuerpo desnudo hay marcas de ausencias, que cada día son ocupadas
por memorias distintas.
Mira las fotografías en las paredes; hay siempre mucha gente. Mira a sí
misma y siente nostalgia por algo que no logra captar con claridad.
Se limpia los ojos y sonríe…
Escribe siempre al amanecer, como un ritual, para sacar emociones
molestas o impactantes que resultan inalcanzables antes que se vuelvan
palabras.
Este día, sin embargo, decidió ser breve. Brincó a la cama, agarró su diario y escribió:
“El día de hoy me dedicaré a disfrutarme.”
Amaneció contenta. Se tocó las mejillas, se acarició los brazos,
recurrió sus estrías con las puntas de los dedos y se abrazó con un suspiro de
confort.
Empezó a sentirse flotante, aunque, desubicada como siempre, no logró
recordar con exactitud qué significaba esto. Se dejó guiar por sus impulsos y ligero
se fue moviendo el cuerpo hacia las escaleras, las cuales bajó sutil mientras
se rascaba el hombro izquierdo.
Salió, desconectándose poco a poquito de sus sueños, sintiendo la luz
débil de un sol que podría ser de Noviembre.
No sabía en qué mes estaba, no importaba, y se dejaba llevar por la
tranquilidad de la propulsión que la conecta al universo.
Sus pasos la dejan en una floresta.
Llueve, espesa y cálidamente, y cánticos roncos y potentes contaminan el
aire.
Bajo un árbol cítrico, se recuesta, a vislumbrar. Come sus frutas.
Observa los pájaros. Escucha la naturaleza en detalle y con una sonrisa amplia vibra
feroz dentro de su organismo la textura interna de un tronco.
Ella se siente viva y con su tambor invoca la suavidad de aguas muy
lejanas.
En sus venas, la sangre se armoniza con la convulsión de la selva y se
mezcla a ásperas voces de sirenas que habitan ríos.
Intuitivamente, llora, y su cuerpo se abre y se propaga sumergiendo
árboles en océano, transfigurados de hoja en pez y de madera en dirección.